Susana Isern

SUSANNA ISERN

Susanna Isern creció rodeada de las montañas del Pirineo.
De pequeña lo que más le gustaba era correr de acá para allá mientras descubría insectos increíbles y ayudaba a animalitos enfermos o en peligro. Fue en esa época que algunos de aquellos animales comenzaron a contarle cuentos al oído, los cuales escribía rápidamente en una libreta que llevaba siempre encima.
En la actualidad, las historias surgen de la forma más inesperada: algunas llaman a la puerta, otras las encuentra escondidas debajo de la cama o nadando en el café con leche, aunque la mayoría aparecen como mariposas que pilla al vuelo.
Autora de numerosos libros infantiles. La mayoría de sus obras se comercializan a nivel internacional y pueden encontrarse en más de una docena de idiomas. Ha sido premiada con Medalla de Plata en los Moonbeam Children´s Book Awards 2013, en USA.

Para la editorial Cosquillas ha escrito el cuento: «Uno para dos» ilustrado por Carmen Queralt
Se publicará próximamente.

Sinopsis:

A Wenda-val y Chirimiri les han regalado un molinillo de colores. Las dos amigas pasan un día increíble con su nuevo juguete, pero cuando anochece y llega la hora de volver a casa, ambas quieren llevárselo y… ¡Crac! El molinillo se rompe.
“Uno para dos” es una bonita historia sobre la amistad, la generosidad y el valor de compartir.

Proceso de creación:

Cuando me encargaron escribir un cuento para el País de la Plastilina el primer paso fue adentrarme en aquel mundo mágico, conocer sus personajes, sus historias ya escritas… Y, a partir de ahí, pensar qué podía aportar de nuevo.
Me propuse hacer protagonistas a dos de los personajes que aún no lo hubieran sido. Escogí a Wenda-val, duende del viento, y Chirimiri, duende de la lluvia. Pensé que podrían darme una buena historia.
Por otro lado, el hecho de que el proyecto “Cosquillas” naciera en una ludoteca, encendió la chispa para el argumento. En las ludotecas los niños comparten los juguetes y se divierten jugando juntos, pero, en ocasiones, también pueden surgir conflictos. En “Uno para dos” he querido transmitir una situación cotidiana en la que varios discuten por tener algo, pero cuando por fin lo consiguen se dan cuenta de que tenerlo para ellos solos ni es divertido ni les hace sentirse bien.